El pasado jueves 20 de enero participamos en una de las sesiones del «Seminario Aulas inclusivas» organizado por el equipo educativo del C.E.I.P. Villa de Guadarrama (Madrid). Uno de los objetivos de este seminario es «replantearte la función que tenemos como educadoras, la influencia que puede marcar la diferencia y la responsabilidad de crear unas aulas que incluyan a la persona diferente».
En la sesión del jueves pudimos escuchar a Juan María Prieto (Responsable de Proyectos de la Fundación Capacis), que nos habló sobre aulas que incluyan distintas capacidades. Un lujo escuchar también a Irene Martínez Martín (Doctora en Educación, del Departamento de Estudios Educativos de la Universidad Complutense) sobre aulas que incluyan perspectivas de género e identidades diversas. Y, desde Mil Colinas, hablamos sobre aulas que incluyan diversos orígenes culturales. Quisimos centrarnos en la necesidad de hacer un trabajo personal antirracista como educadoras, desde una perspectiva crítica, siendo conscientes de nuestra responsabilidad en garantizar el derecho a la educación de todas las niñas y niños y sobre qué podemos hacer para que la diversidad sea una riqueza de la que todas las personas que formamos parte de la escuela podamos aprender.
En los 11 años de Mil Colinas, dentro de nuestro programa educativo, siempre ofrecemos a los centros realizar sesiones con los equipos. Consideramos que las profesoras concienciadas y sensibilizadas que quieran transformar la educación generan mucho más impacto que las sesiones que podamos realizar desde la asociación con las niñas y niños, ya que son quienes les acompañan cada día en sus aprendizajes. A pesar de que siempre ofrecemos esa posibilidad, el C.E.I.P. Villa de Guadarrama ha sido el primer centro educativo en invitarnos a participar en una formación al equipo, algo sobre lo que reflexionar en cuanto a nuestra poca predisposición al cambio, a la reflexión y a la formación como educadoras en aspectos tan importantes como el antirracismo o el feminismo, que combaten problemáticas que atraviesan la vida de nuestras escuelas, pero que muchas veces dejamos de lado.
Invitamos a los centros educativos a escribirnos y empezar a trabajar conjuntamente por una educación transformadora.
También a destacar que, dentro de la feminización de las profesiones de cuidados y educativas, todas las personas del centro que asistieron eran mujeres, algo a destacar y que debe hacernos cuestionar desde qué modelo de sociedad seguimos educando.
Un placer compartir aprendizajes con ese equipo de profesoras inquietas y con Irene y Juan. Gracias a Marina, de Método Salmón, por la invitación, y al colegio por abrirnos las puertas.
Aprendiendo siempre. Creando redes. Transformando.