Fiesta de inauguración del Centro Educativo de Urubuto en Rukara (Ruanda)

El pasado domingo 6 de agosto fue un día muy especial en Urubuto. En 2021 terminaron de construir el centro educativo en el que hoy en día desarrollan sus actividades, después de muchos años de trabajo conjunto entre Urubuto y Mil Colinas para conseguir la financiación necesaria. Las restricciones por la pandemia habían impedido celebrar la inauguración del centro, pero el pasado domingo, ¡llegó el momento!

Fue una fiesta de celebración para agradecer a todas las personas que trabajaron en la construcción, que fueron invitadas a la fiesta, por todo el trabajo y esfuerzo realizados durante el año y medio que duró la obra. También un reconocimiento al grupo de jóvenes que han finalizado los estudios secundarios durante los últimos años, algo que celebraban anualmente pero que también la pandemia había impedido.

Un día lleno de alegría en el que las niñas, niños, jóvenes, familias y el equipo de Urubuto compartieron una tarde en la que la cultura estuvo en el centro de la celebración.

El grupo de niñas y niños de 3º de Primaria recitó un poema que hablaba sobre lo que aprenden en Urubuto. El resto de grupos de Primaria (4º, 5º y 6º) bailaron amaraba e intore, bailes tradicionales en la cultura ruandesa. Tradicionalmente, amaraba es una danza de las mujeres e intore es un baile guerrero que bailan los hombres, pero algunas niñas querían también bailar intore, así que, por primera vez, empezaron a practicarlo y han sido las estrellas de la fiesta, rompiendo esquemas y patrones culturales.

El grupo de jóvenes presentaron una actuación de baile moderno y un desfile de moda tradicional ruandesa. Los grupos de familias también realizaron sus actuaciones, canciones creadas por ellas mismas, bailes tradicionales y una representación teatral en la que querían sensibilizar sobre la problemática de los padres que no se responsabilizan de la educación de sus hijas e hijos y de las tareas de la casa, dejando todo el trabajo a las mujeres. El teatro en Ruanda tiene un carácter social, de transmisión de valores.

También el equipo educativo realizó su propia danza con vestidos tradicionales que se llaman imishanana.

El grupo de jóvenes que han terminado la escuela secundaria en estos años compartieron su experiencia en Urubuto y todo lo que han aprendido en estos años.

Un día para compartir y celebrar que, después de mucho tiempo trabajando, por fin tienen un espacio con aulas, una sala grande y un gran jardín donde poder realizar todas las actividades que propongan.

Un lugar donde aprender y ser libres.

¡Felicidades, Urubuto!

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