Este año las Olimpiadas han dejado detalles esperanzadores en la lucha por la transformación social.
Podemos decir más que nunca que la lucha por el reconocimiento de los sectores de la sociedad más oprimidos está muy viva y esto se ha dejado ver en pequeñas pinceladas de prestigiosxs deportistas que han lanzado sus reivindicaciones desde Tokio y que han situado a deportistas como Ana Peleteiro o Ray Zapata en el foco de la opinión y debate público en España, para lo bueno y para lo malo.
La hazaña de la medallista Ana Peleteiro ocupó todos los informativos y medios tras alzarse con la medalla de bronce en su modalidad, triple salto, pero rápidamente un amplio sector de la sociedad española dejó de lado los elogios para adentrarse en las críticas. Y es que Ana Peleteiro no dudó en afirmar la verdad que todxs sabemos, que es que a muchas personas le molesta que tanto ella como Ray Zapata, también medallista español, sean negrxs.
Esta situación se ha dejado ver claramente en los comentarios que inundaron las redes sociales de lxs deportistas de racismo y odio porque hoy en día seguimos viendo como gran parte de la sociedad blanca sigue perpetuando su papel opresor desde el privilegio blanco.
La discriminación racial es un hecho hoy en día que podemos observar en todos los ámbitos y si seguimos negando la diversidad estaremos perpetuando el papel de superioridad y privilegio que tanto daño hacen a gran parte de nuestra sociedad.
Cuesta creer que en la época en la que vivimos muchxs sigan sigan cuestionando cuán español/a eres por tu color de piel, por tu lengua, por tus orígenes o por tu lugar de procedencia… pero estamos en el momento del cambio. Es el momento de que todxs se den cuenta de que la diversidad existe y es muy necesaria y enriquecedora.
Cuando unas palabras tan ciertas como las de Ana Peleteiro ofenden y causan molestia a la gente es porque están cargadas de verdad. El color de piel sí importa cuando es el causante de una opresión, porque sí hace falta hablar de ello para avanzar hacia el fin de la discriminación.
Cuando unas palabras tan ciertas como las de Ana Peleteiro ofenden y causan molestia a la gente es porque están cargadas de verdad.
El racismo no debe tener cabida en ninguna esfera y tampoco debe ser el arma para desprestigiar a dos deportistas de élite que se han subido al podio con la bandera de España.
Antía, activista de Mil Colinas