El pasado sábado 21 de agosto comenzamos con la primera experiencia de nuestro proyecto «Pueblos despiertos», que pretende acercar Mil Colinas y una educación transformadora a las zonas rurales mediante la realización de actividades, así como movilizar a la gente para que colabore con nuestra asociación.
El primer pueblo que ha formado parte de estos pueblos despiertos es Fuentecén, en la provincia de Burgos. Es un pueblo de poco más de 200 habitantes, pero que en verano se llena de gente que pasa allí sus vacaciones o días de descanso. Sólo podemos decir que la experiencia fue absolutamente increíble. La acogida que nos dieron y la cercanía nos hicieron sentir como en casa desde el primer momento.
Aunque desde por la mañana ya estábamos de preparativos, el evento comenzó a las 18:30h y se realizó en el pinar del pueblo, siguiendo todas las medidas sanitarias. Durante la tarde, realizamos diferentes actividades educativas para niñas y niños de diferentes edades a quienes, de una forma lúdica, quisimos acercarles Ruanda. Aprendimos sobre los diferentes continentes y dónde está Ruanda, conocimos sus paisajes, el entorno, la forma de vida, parte de su cultura y cómo viven las niñas y niños en un lugar como Rukara, el pueblo en el que trabajamos, muy diferente a nuestro modo de vida aquí. Para los grupos de más mayores realizamos la gymkhana de los continentes, tras la que reflexionamos sobre las diferentes oportunidades que tenemos las personas según el lugar en el que nacemos, el desigual reparto de los recursos y cómo podemos contribuir a que el mundo sea un lugar más justo.
Además de las actividades educativas, también hubo un ambiente festivo en el que, con música, pudimos compartir un bocadillo y bebida, así como adquirir algunas de las artesanías de Ruanda. Gracias a ello, hemos conseguido 1.636,65€ que irán destinados a los proyectos de la ONG Urubuto en Rukara (Ruanda), con la que Mil Colinas trabaja en cooperación.
Queremos agradecer al Ayuntamiento de Fuentecén su colaboración para que este evento fuera posible, a todas las personas que integran la Asociación Pico Taragudo que se encargaron de organizar el evento y han trabajado muchísimo en los últimos días para que todo saliera adelante, y a las vecinas y vecinos que estuvieron apoyándonos en la logística y prestando sus materiales y sus manos: ¡sin vuestra implicación y compromiso, no hubiera sido posible!
¡Gracias a todo el pueblo de Fuentecén y a las personas que participasteis en el evento porque sois el claro ejemplo de que los pueblos siguen despiertos, de que desde el trabajo en red y lo comunitario se pueden conseguir grandes cosas!
¡Volveremos a este pueblo de gente bonita, seguro!