Con el fútbol femenino

Iniciamos un nuevo proyecto apoyando al equipo de fútbol femenino que está comenzando su andadura en Rukara.

Este proyecto nace impulsado por Urubuto, la ONG local con la que trabajamos desde Mil Colinas en Ruanda.

En todo el mundo, el deporte femenino sigue relegado a un segundo plano, no recibe apoyos suficientes ni se fomenta desde la infancia para que pueda ser un ámbito en el que existan igualdad de oportunidades.

En Ruanda esta situación no es mejor. Las jóvenes tienen muchas menos oportunidades de practicar deporte, desde el momento en el que, desde Educación Infantil hasta que terminan sus estudios secundarios son, por ejemplo, obligadas a asistir a la escuela con uniforme con falda. En el recreo ya se ven limitadas a practicar deportes y esto se ve reflejado en sus actividades de ocio y en sus intereses después.

Actualmente en Ruanda sólo hay 10 equipos femeninos en primera división y 7 en segunda. Aquí están incluidos todos los equipos femeninos del país.

Desde Urubuto desarrollamos el deporte en igualdad de oportunidades, y por ello nos lanzamos a apoyar a este equipo naciente en Rukara, el pueblo en el que trabajamos.

Cinco de las integrantes del equipo jugaban en primera división y, al enterarse del equipo que se estaba formando en Rukara, su pueblo natal, han decidido dejar sus respectivos equipos para jugar en el nuevo equipo y así darle fuerza. Están entrenando todos los días y tomándoselo muy en serio, tanto que han conseguido en muy poco tiempo entrar en segunda división y ser el 8º equipo del país en esta categoría. Además, aunque inicialmente iban a ser el equipo de Rukara, al no haber equipo femenino en el distrito de Kayonza (del que forman parte 12 localidades entre las que se encuentra Rukara), van a ser finalmente el equipo de todo el distrito, apoyado por el gobierno local. Se llaman “Kayonza Women Football Club”.

Nos sentimos muy orgullosas de ellas. No os podéis imaginar lo que esto supone para un país como Ruanda, en el que las mujeres está desplazadas a nivel social a un plano doméstico y donde se viven muchas violencias hacia ellas, en muchas formas, cada día.

Algunas de las jóvenes del equipo fueron madres prematuramente y esto es una motivación para seguir haciendo algo que les gusta en sus vidas, no quedarse desde tan jóvenes relegadas a sus roles de madres en sus familias. Por otro lado, son un absoluto ejemplo de constancia y esfuerzo, ya que, tras asumir sus responsabilidades en casa o con sus estudios (que no son pocas), entrenan cada día varias horas, con mucha fuerza de voluntad.

Imaginad también lo que esto supone para las niñas de Rukara, que por fin tienen referentes de mujeres que juegan, que forman un equipo, que hacen lo que realmente les gusta y rompen con los roles sociales establecidos, siendo pioneras en lo que hacen.

El Club Deportivo Alzola-Halcones de Orcasitas (Madrid) ha colaborado con el equipo aportando las equipaciones, que no son sólo un medio para poder jugar, sino un apoyo más en este proceso de empoderamiento y de lucha por la igualdad de oportunidades que libran las mujeres y jóvenes cada día en Rukara, como en el resto del mundo.

Gracias, también, a las familias del Alevín del Rivas Fútbol Club, que nos aportaron botas de fútbol para el equipo.

¡Por un deporte inclusivo y feminista, en el que todas las personas tengan su espacio!

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