#StopColonialVirus

Desde Mil Colinas lanzamos este comunicado de denuncia tras las graves declaraciones realizadas en la televisión francesa LCI por Camille Locht (director de investigación del Instituto Francés de Investigación Médica) y Jean-Paul Mira (jefe de los servicios de medicina intensiva y rehabilitación del hospital Cochin de París), en las que Mira decía, con respecto a testar una vacuna contra el COVID-19 “Si puedo ser provocador, ¿acaso no deberíamos realizar este estudio en África, donde no hay mascarillas ni tratamiento ni reanimación, como se hizo en algunos estudios con el sida o entre las prostitutas?” a lo que Locht respondía: “Tiene usted razón, (…) estamos pensando, de forma paralela, en un estudio en África con el mismo enfoque, lo cual no quita que no podamos pensar también en un estudio en Europa y en Australia”.

Estas declaraciones son un insulto y una agresión a los Derechos Humanos.

Sin embargo, este tipo de estudios ya se han realizado en numerosas ocasiones en países africanos, poniendo en riesgo la vida de muchas personas y sin que existan resultados públicos de las consecuencias de estos experimentos, como el de la meningitis, el virus del papiloma humano, la malaria o el sida. Grandes laboratorios obtienen rentabilidad económica de esto debido a la permisividad de los controles sanitarios de países no occidentales y los bajos costes que supone hacerlo allí.

¿A qué estamos jugando? ¿Qué condición nos hace pensar, por un instante, que somos superiores a nadie, que podemos decidir sobre otros países, sobre las vidas de su gente, que podemos utilizarlos para nuestro propio beneficio? La respuesta son siglos de colonialismo y abusos que, demostrado queda, no han sido aún lo suficientemente contestados, más aún, han quedado impunes.

El colonialismo ha matado y mata muchísimo más que el Coronavirus.

Si esas declaraciones hubieran propuesto probar la vacuna en París, seguramente estos médicos ya habrían dimitido. Pero es África.

No basta con que hayan pedido disculpas. No basta con decir que han sido dos médicos aislados. Esta idea vive en el imaginario colectivo, y una muestra de ello es la falta de reacción de las personas privilegiadas, como nosotras, ante sucesos que deberían herirnos profundamente.

El Coronavirus ya está llegando a las zonas rurales de muchos países africanos, donde el acceso a la higiene, a los centros de salud y a medicamentos es muy difícil. Mientras tanto, aquí, nos quejamos de estar encerradas/os en casa con nuestros lujos y privilegios que la mayor parte de la población mundial no puede permitirse. Es necesario reaccionar, dejar de pensar en nuestro confort y gritar igual de alto que si esto se estuviera proponiendo en España.

Muchas personas sufrirán en los próximos meses. Aún no podemos medir ni valorar todo lo que van a perder, pero las consecuencias a nivel de salud y sociales serán, seguramente, muy graves. No sólo por las muertes; aquí nos falta papel higiénico para seguir acumulando, en muchos lugares la falta es de alimentos.

Y una vez más, en situaciones así, se ven las escalas de valores en los diferentes posicionamientos. Mientras el presidente de Costa Rica (Carlos Alvarado) y el ministro de salud (Daniel Salas) proponen crear un banco de información del COVID-19 sobre test, fármacos y vacunas de libre acceso o licencias asequibles para todos los países, estos médicos franceses proponen probar esas vacunas en África, para beneficio de Europa, y no sólo un beneficio de sanitario, sino también económico. Los países expoliados y colonizados reaccionan con solidaridad y colaboración, los países colonizadores con egoísmo y racismo. Esa es la diferencia y es ahí donde se demuestra la calidad humana.

Desde Mil Colinas condenamos y denunciamos la propuesta de utilizar África, una vez más, como experimento, así como la mentalidad colonial y subdesarrollada (ese es el verdadero subdesarrollo) que hay detrás de ella. Nos da vergüenza. Lanzamos un llamamiento a la reflexión y a la reacción, si no es de los responsables políticos, sanitarios y científicos, sí de la ciudadanía.

No lo vamos a consentir. Dejemos de mirar nuestros ombligos blancos. De nada sirve salir a aplaudir porque tenemos miedo a morir y hay gente que nos está cuidando estos días, si no somos conscientes de que el mundo necesita mucho más de nosotras/os que un aplauso.

Por eso, te animamos a que te sumes a esta campaña #StopColonialVirus y nos mandes tus fotos, vídeos y mensajes a info@milcolinas.org. En Mil Colinas nos teñimos de verde, el color que muchas/os africanas/os han elegido para esta reivindicación. Porque somos un solo mundo, porque debemos cuidarnos, protegernos y luchar unidas/os contra los abusos. Porque somos África.

¡¡¡#StopColonialVirus!!!

 

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