En Urubuto es fundamental la participación activa de todas las personas que forman parte de los proyectos. Además de las niñas, niños y jóvenes, desde hace años, han desarrollado procesos participativos para que las familias también tengan sus espacios colaborativos y de toma de decisiones. Este proceso generó la creación de los grupos de familias, que se reúnen periódicamente y que tienen sus propios objetivos y actividades autogestionadas.
El inicio de curso en Rukara, y en las zonas rurales de Ruanda en general, es complicado. Las familias se enfrentan a muchos gastos para la escolarización. Urubuto beca a las niñas, niños y jóvenes que asisten a las actividades, pero las familias suelen ser numerosas y tienen dificultades para poder enfrentar esos gastos para todas sus hijas e hijos.
Los grupos de familias están teniendo estos días en Urubuto sus reuniones de inicio de curso.
Uno de los grupos, llamado «Abahuje» (que significa «Juntas/os»), formado por las familias de 5º de Primaria, ha estado durante meses ahorrando dinero para apoyarse unas a otras en la compra de los materiales escolares para sus hijas e hijos en el comienzo del curso escolar. Una iniciativa colaborativa que hace más fácil enfrentar los gastos de los estudios.
Otro de los grupos, llamado «Ubumwe» (que significa «Unidad»), formado por las familias de 1º de Secundaria, se han reunido para reflexionar y debatir sobre la motivación de sus hijas a hijos hacia los estudios y las dificultades que tienen para aprobar el curso y seguir estudiando. Una forma de expresar sus inquietudes, compartir y buscar soluciones y propuestas colectivas a una dificultad que enfrentan muchas familias.
El valor de lo comunitario tiene una gran fuerza en la cultura ruandesa.
Las mujeres siguen siendo las que, principalmente, sostienen las familias, la educación y los cuidados, y también las que más se organizan para generar espacios de resistencia y de búsqueda de soluciones colectivas.