Hoy, 12 de octubre, conmemoramos en España la invasión, el expolio, saqueo, exterminio, la esclavitud y las violaciones. Y nuestros libros de historia, monumentos, actos públicos, discursos y cultura nos vanagloriamos de ello.
Dice mucho de un país que en su fiesta nacional celebremos la violencia y que no nos cuestionemos, sin fisuras, que éste debería ser un día para avergonzarnos.
Más del 90% de la población mundial son personas NO blancas. Sin embargo, ese pequeño porcentaje de menos del 10% hemos conseguido imponer durante nuestra historia formas de vida, de organizarse, creencias, normas, propiedades y cultura que se constituyen en un sistema que ejerce, de forma constante y diaria, violencia sobre las personas y sobre la naturaleza, que vulnera de forma sistemática todos los derechos humanos que nosotrxs mismxs creamos, un sistema que nos empeñamos en sostener y defender para no renunciar a nuestros privilegios coloniales. Y, al resultado de ese sistema violento, le hemos llamado “desarrollo”.
La colonización nunca terminó. Ha cambiado de estéticas, incluso algunas que parecen amables, como las que ejercemos las ONGs imponiendo esos modelos de “desarrollo” y haciéndonos “buenxs” por dar limosna a quienes robamos. Con nuestra forma tímida de defender los derechos de las personas, no posicionándonos, no teniendo un discurso contundente y claro que nos señale y que señale a quienes son más responsables que nosotrxs, aceptando condiciones con tal de “hacer el bien”, somos también responsables de la reproducción constante de esa violencia, que tiene muchas formas.
Las violencias racistas que ejercemos las personas blancas a diario se sustentan en un sistema que sigue celebrando el Día de la Hispanidad, que no se avergüenza ni cree que debe pedir perdón por los crímenes cometidos, ni tratar de reparar el daño causado, ni contar la verdad de la historia, que sigue creyendo que España, que Europa, son superiores y pueden imponer al mundo su sistema violento que va en contra de los cuidados y de la vida, que estamos destruyendo, que siente que no tiene una responsabilidad histórica, que sigue expulsando a las personas y asesinándolas en sus fronteras mientras expolia de forma impune el Sur Global.
Las personas blancas somos responsables de esto, de seguir sosteniendo un sistema que sustenta nuestros privilegios en la violación de los derechos a otras personas, de los que nos beneficiamos cada día y a los que contribuimos con nuestra forma de vivir, nuestro consumo y nuestra forma racista de relacionarnos con las personas racializadas, seamos conscientes de ello o no.
Es urgente hacer una reflexión profunda, cuestionarnos, cambiar nuestra forma de vivir y de actuar, deconstruir tanto colonialismo y racismo inculcados desde hace siglos, escuchar, conocer otras versiones de la historia, aprender, exigir otras formas de vida, defender, de verdad, para todxs, los derechos, que se convierten en privilegios cuando el resto de las personas del planeta no los tienen.
Todo nuestro apoyo hoy y siempre a los pueblos y países del Sur Global que sufren la colonización y la violencia en todo el mundo y en nuestro país, España.
#MemoriaJusticiaReparación